Revista Desde el Jardín de Freud, Universidad Nacional de Colombia, nr. 19 (2019): 299-310, doi: 10.15446/djf.n19.76726
Indicios del odioamoramiento en la vida y obra de E. M. Cioran
En términos de Freud, la acción conjugada, y también contrapuesta, de Eros y Tánatos nos permite entender los fenómenos de la vida. Por otro lado, Lacan precisa esta tensión afectiva a nivel del sujeto en su encuentro con el Otro y en la búsqueda de la verdad que, tal vez, el Otro posea, porque el que ama también odia. En Cioran esa paradoja constituye un hilo conductor a lo largo de su vida, en particular de su escritura siempre elaborada con exquisitez filosófica y literaria.
Signs of Love-hate in the Life and Work of E. M. Cioran
In terms of Freud, the joint yet also opposing action of Eros and Thanatos allows us to understand the phenomena of life. On the other hand, Lacan specifies this affective tension at the level of the subject, in its encounter with the Other and the search for the truth that the Other might possess, because those who love also hate. This paradox is a guiding thread of Cioran’s life, particularly of his writing, which was always exquisitely crafted, both philosophically and literarily.
Indices de l’hainamoration dans la vie et l’oeuvre d’E. M. Cioran
D’après Freud, l’action combiné, et opposé aussi, d’Eros et Tanathos nous permet de comprendre la vie. D’autre part, Lacan spécifie cette tension affective au niveau du sujet dans sa rencontre avec l’Autre et dans sa quête de la vérité que, peut-être, l’Autre possède, parce que celui qui aime, déteste aussi. Chez Cioran ce paradoxe constitue un thème majeur tout au long de sa vie, en particulier dans ses écrits toujours élaborés avec une délicatesse philosophique et littéraire.
En términos de Freud, recibir la impronta de la cultura representa para el humano un costo subjetivo que pagará con el malestar que despierta el forcejeo constante entre el acatamiento del orden cultural y la rebelión a sus designios.
Como ser de lenguaje, tendrá el recurso de tramitar la inconformidad, pero no alcanzará la precisión ni el equilibrio homeostático que ha roto la coerción simbólica. Siempre en déficit frente al universo y frente a sí, imaginará un Otro a quien demandará el reconocimiento y la protección que de todos modos no garantizará la permanencia y el bienestar que anhela. Agobiado en el des-ser, enlucirá el horizonte para avanzar por diferentes rutas que temporalmente sostendrán la ilusión, pero siempre confluirán en el borde del abismo del que intenta escapar.
Este salto al vacío sin red, desde la naturaleza hacia la racionalidad y la consciencia, compromete a devenir como sujeto sociable, en un proceso en el cual los dioses y las hadas tartamudean y el azar desdibuja los esquemas y las premoniciones. En el intercambio no siempre fluido entre el mundo interno y el mundo externo, se instala la cultura como un otro ajeno que, convertido en voz acuciante, impele a la restricción a favor de otros, con el efecto de un malestar incurable, fuente de hostilidad contenida.
Esta voz del superyó, como elemento de la estructura psíquica, emerge en varias formulaciones conceptuales y está relacionada desde el inicio con el padre de la situación edípica, pero en Lacan evoluciona a la función paterna en su dimensión simbólica y a les-noms-du-père en su deficiencia con lo real. No es un recorrido conceptual irrelevante, porque se inserta y modifica la trama teórica y responde a una reflexión sostenida acerca de los cambios culturales y sus manifestaciones en el sufrimiento subjetivo.
Sufrimiento que se expresa más allá del diván y que, situado en los terrenos de la ontología, supone la tramitación del existir, con las vicisitudes que surgen del saber de sí y del entorno; tener noticias de la finitud y padecer la insistencia de un real que se impone pese a los ingentes esfuerzos de la razón.
Este pathos tan humano adquiere dimensiones notables en sujetos excepcionales, que en su recorrido vital dan testimonio con sus obras del combate extenuante entre lo que piensan y lo que sienten, entre lo que aceptan y lo que refutan, entre sus búsquedas incansables y sus capitulaciones fallidas. La insistencia pese al dolor y la queja revela su fórmula para soportar la vida, que en ocasiones se encarna en un legado cultural propicio para el análisis desde diferentes disciplinas.
En este artículo se explora el tema del odio, propuesto por la revista Desde el Jardín de Freud, entendido como rechazo airado, entreverado por una carga libidinal apasionada en el odioamoramiento que emerge en filigrana en la obra literaria y filosófica de E. M. Cioran, como respuesta al deber de existir.
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