“El insomnio de Cioran” (Willis G. Regier)

“Cioran’s Insomnia”, MLN, Volume 119, Number 5, December 2004 (Comparative Literature Issue), Johns Hopkins University. Versión de Rodrigo García Bonilla. Descargables [ensayo], 4, en Fundación. Revista en Línea, núm. 6, abril – mayo 2013.

Insomne de carrera, Cioran hizo del insomnio un laboratorio —lugar poco cómodo para trabajar a gusto. En 1970 le confesó a François Bondy: “sólo he podido escribir en la melancolía de las noches de insomnio”. En 1994 le dijo a Michael Jakob que consideraba el insomnio como la “mayor experiencia” de su vida. Cioran describía “un drama que duró muchos años y que me ha marcado por el resto de mis días. Todo lo que he escrito, todo lo que he pensado, todo lo que he elaborado, todas mis divagaciones tienen su origen en ese drama. Fue más o menos a los veinte años cuando perdí el sueño y lo considero el mayor drama que pudo ocurrir… Erraba por horas en las calles, como una especie de fantasma, y todo lo que escribí más tarde fue elaborado durante aquellas noches”. Adam Gopnik dijo que Cioran consideraba no haber dormido durante cincuenta años: “Esta afirmación, concuerdan los doctores y el sentido común, era una exageración poética; sólo se preocupaba demasiado por tener un buen descanso en la noche. Pero la insistencia en vestir sus piyamas como cilicios, en hacer absoluto su insomnio —un tipo de estado mental simbólico—, era, en un país tan afecto a los absolutos como Francia, irresistible”. El insomnio se convirtió en su rúbrica, un tema trascendental que lo vinculó con otros insomnes; durante el curso de su carrera nombró a Hitler, Nerón y Mallamé. “Para Mallarmé, condenado —creía él— a velar las veinticuatro horas, el sueño no era una ‘verdadera necesidad’ sino un ‘favor’. Sólo un gran poeta puede permitirse el lujo de tal insania”… [PDF]